viernes, 4 de mayo de 2012

Introducción al sueño II


La mente durante el sueño


Si usted está despierto y embarcado en alguna clase de actividad (caminar, leer, etc.), su cerebro está procesando activamente los datos externos que le llegan del entorno mediante sus sentidos, datos que junto con su memoria, le proporcionan la materia prima a partir de la cual usted construye un modelo del mundo. Mientras está despierto y activo, el modelo refleja con exactitud su relación con el mundo externo.
Si está despierto, pero físicamente inactivo, el equilibrio de la atención se desplaza desde el exterior al interior. Hasta cierto punto su pensamiento se vuelve independiente de los estímulos externos, su mente vaga, usted ensueña despierto. Con parte de su mente está modelando mundos que podrían ser tan reales como el entorno real. Aún así usted tiende a mantener un modelo reducido del mundo exterior y su atención puede ser traída con facilidad de vuelta a él si aparece algún signo de peligro.
En el caso del sueño, entran tan pocos datos sobre el mundo exterior que usted deja de mantener un modelo consciente de él. Cuando su cerebro durmiente es activado lo suficiente como para construir un modelo del mundo en su consciencia, dicho modelo es en su mayor parte independiente de lo que está pasando en su entorno. En otras palabras:
en un sueño. El cerebro durmiente no siempre está creando un modelo multidimensional del mundo. A veces parece estar meramente pensando, o haciendo muy poco.
Las diferencias de actividad mental durante el sueño dependen en gran medida de las diferencias en el estado del cerebro del que duerme.
El sueño no es un estado uniforme de retirada pasiva del mundo, según pensaron los científicos hasta el siglo XX.

Hay dos clases distintas de sueño: una fase reposada y una fase activa, que se distinguen por diferencias en la bioquímica, la fisiología, la psicología y el comportamiento. Para definir ambos estados se usan los cambios en las ondas cerebrales (actividad eléctrica medida en el cuero cabelludo - Electroencefalograma), los movimientos oculares y el tono muscular. La fase reposada encaja bastante bien con el sentido común de considerar el sueño como un estado de sosegada inactividad. Su mente hace muy poco mientras usted respira lenta y profundamente; su tasa metabólica está al mínimo y se liberan hormonas del crecimiento para facilitar los procesos restauradores.
Cuando se la despierta desde este estado, la gente se siente desorientada y rara vez recuerda haber soñado. Puede observar este estado en su gato o su perro, cuando está durmiendo tranquilamente en una postura moderadamente relajada (en el caso de los gatos, la postura de la “esfinge”) y respira lenta y regularmente. A propósito, esta es la fase del sueño en la que tienen lugar el hablar dormido y el sonambulismo. La transición desde el sueño reposado al activo es bastante dramática. Durante la fase activa del sueño, comúnmente llamada de movimientos oculares rápidos (Rapid Eye
Movement) o sueño REM, sus ojos se mueven rápidamente (bajo los párpados cerrados, por supuesto), de forma muy parecida a como lo harían si estuviese despierto. Su respiración se vuelve rápida e irregular, su cerebro quema tanto combustible como si estuviese despierto, y usted sueña vivamente.
Si usted es hombre, probablemente tendrá una erección; si es mujer, se incrementará el flujo sanguíneo vaginal.
Mientras toda esta actividad sucede en su cerebro, su cuerpo permanece casi completamente quieto (excepto por pequeños tirones musculares -mioclonias), porque está temporalmente paralizado durante el sueño REM para evitar que usted represente los movimientos del sueño.
La “parálisis del sueño” de la fase REM no siempre se desactiva inmediatamente al despertar; por eso puede haber experimentado usted el haberse despertado y no ser capaz de moverse durante un minuto. La parálisis del sueño puede parecer una experiencia terrorífica, pero en realidad es bastante inofensiva.
Puede ver un buen ejemplo de “sueño paradójico”, como se denomina al sueño REM en Europa, cuando observe a su gato o a su perro durmiendo totalmente encogido, respirando irregularmente, estremeciéndose, mostrando movimientos oculares y, en el caso de los perros, moviendo la cola, gimiendo, aullando y ladrando. Entonces es cuando la gente, con toda justificación, dice: “¡Mira, Spotto está soñando!”

El viaje nocturno del durmiente


El sueño reposado se divide, a su vez, en tres subfases.

La fase 1 es un estado de transición entre la vigilia somnolienta y el sueño ligero, caracterizada por lentos movimientos erráticos de los ojos y pequeños sueños, vívidos y breves, llamados imágenes “hipnagógicas” (del griego “guiar hacia el sueño”). Normalmente usted pasa con rapidez de lafase 1 a la fase 2, que ya es sueño propiamente dicho, y que se caracteriza por patrones de ondas cerebrales únicos llamados “husos del sueño” y “complejos K”. La actividad mental en este punto es dispersa, mundana y parecida a pensar. Típicamente, después de entre veinte y treinta minutos, usted cae profundamente hacia el “sueño delta”, llamado así por las ondas cerebrales, regulares y lentas, que caracterizan a esta fase del sueño reposado. Se informa de muy poco contenido de sueños en esta fase delta. Es interesante que este estado de sueño profundo y sin sueños sea muy apreciado en algunas tradiciones místicas de Oriente como el estado en el que establecemos contacto con nuestra consciencia interior más profunda. De acuerdo con el Swami Rama “es entonces cuando el mundo interior puede ser inundado con la luz de la más alta conscienciauniversal. El estado egoico de consciencia de vigilia se adormece. Además, los aspectos personales de la mente conocida se abandonan temporalmente. Los recuerdos, los problemas, las agitadas imágenes del sueño quedan atrás. Todas las limitaciones del inconsciente personal se disuelven en la luz de la más alta consciencia”.
Después de entrar gradualmente en la más profunda fase del sueño delta y demorarse allí durante treinta o cuarenta minutos, usted regresa a la fase 2. Entre aproximadamente setenta y noventa minutos después de haberse dormido, entra en el sueño REM por primera vez en la noche. Después de entre cinco y diez minutos de REM, y posiblemente seguido de un breve despertar en el que podría recordar un sueño, se sumerge de nuevo en la fase 2 y posiblemente delta, alcanzando otro periodo REM aproximadamente cada noventa minutos, y así sucesivamente a lo largo de la
noche.
La longitud de los períodos REM se incrementa según transcurre la noche, y los intervalos entre períodos REM se acortan, desde noventa minutos al comienzo de la noche hasta quizá sólo veinte o treinta minutos ocho horas más tarde. Finalmente, después de cinco o seis períodos en que se sueña, usted se despierta tal vez por décima o décimoquinta vez en la noche (despertamos tantas veces en una noche promedio, pero rápidamente lo olvidamos, al igual que puede olvida una conversación con alguien que le llama en medio de la noche).

Esta entrada es continuación de Introducción al sueño I


Fuentes: Stephen LaBergue, "Explorando el Mundo de los Sueños Lúcidos".





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